La hormona de crecimiento es un agente anabólico potente que promueve el aumento en el tamaño de prácticamente todos los tejidos del cuerpo. La acción de la hormona
de crecimiento está diseminada por todo el cuerpo y puede dividirse en efectos metabólicos directos y un efecto indirecto sobre el crecimiento esquelético. Efectos metabólicos directos de la hormona de crecimiento:
Los efectos básicos son los siguientes:
Un aumento en la síntesis de proteínas en todas las células del cuerpo.
Una disminución en la utilización de los carbohidratos.
Un aumento en la movilización de las grasas para la producción de energía (para conservar los carbohidratos en la hipoglucemia).
Metabolismo de proteínas: La hormona de crecimiento es una hormona anabólica que causa la retención de nitrógeno necesario para el anabolismo tisular. Aumenta el transporte de aminoácidos hacia las células y su incorporación a las proteínas. El número total de células del músculo esquelético está marcadamente disminuido en los niños de baja estura y el tratamiento con HCh da como resultado un aumento, tanto en el número como en el tamaño de las células musculares. La hormona de crecimiento también influye en el tamaño de los órganos internos. El aumento en la síntesis de proteínas y el crecimiento se ven reflejados en la retención de nitrógeno, que puede ser cuantificada al observar el descenso en la excreción urinaria de nitrógeno y el nitrógeno ureico en el suero. Por ende, uno de los efectos de la administración de la HCh es el descenso en la concentración de nitrógeno ureico en el suero, evidentemente debido a que hay un desvío de los animoácidos hacia las vías anabólicas.
Metabolismo de carbohidratos: Los niños con hipopitituarismo, algunas veces experimentan una hipoglucemia que se normaliza con el tratamiento de la hormona de crecimiento y los pacientes acromegálicos frecuentemente padecen de diabetes mellitus. En los individuos sanos, la administración de dosis muy altas de somatropina puede alterar la tolerancia a la glucosa. La administración a largo plazo de dosis elevadas de hormona de crecimiento conduce al transporte disminuido de glucosa hacia los tejidos periféricos, debido a una resistencia a la insulina.
Metabolismo de lípidos: La deficiencia de la hormona de crecimiento, generalmente va acompañada de elevación en los depósitos de grasa en los sitios subcutáneos de almacenamiento. Las células adiposas están reducidas en número, pero su tamaño y el grosor de los pliegues de la piel están aumentados.
Al administrar la somatropina, se presenta una reducción general de los depósitos de grasa y en particular, del tejido adiposo subcutáneo. Esto se debe al hecho de que la somatropina estimula la lipólisis intracelular y este procedimiento conducirá a un aumento en el plasma de los ácidos grasos libres, del colesterol y de los triglicéridos.
Metabolismo de minerales: Se cree que la retención de potasio y fósforo (que es inducida por la administración de la hormona de crecimiento) es causada por el crecimiento celular.
Acción sobre otras hormonas: Es de interés práctico señalar que la acción de la hormona de crecimiento humana y las hormonas tiroideas son interdependientes. Por lo tanto, puede haber problemas de diagnóstico diferencial entre los casos de hipotiroidismo primario y de hiposomatropismo hipofisiario.
Efecto indirecto de la hormona de crecimiento sobre el crecimiento esquelético: La acción principal de la hormona de crecimiento y la estudiada más intensamente es la estimulación del crecimiento longitudinal del hueso. Se cree que el efecto de la somatropina sobre el crecimiento esquelético está mediado a través de las somatomedina o factores de crecimiento semejantes a la insulina (FCI), un grupo de polipéptidos sintetizados en el hígado, el riñón y otros tejidos.
El nivel sérico de somatomedina C, está disminuido en los pacientes con deficiencia de la hormona de crecimiento y aumenta rápidamente poco después de la administración de la HCh.