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Fenitron?®
Solución inyectable
(Fenitoína sódica)
FORMA FARMACÉUTICA
Y FORMULACIÓN:
Cada ampolleta de SOLUCIÓN INYECTABLE contiene:
Fenitoína sódica 250 mg
Vehículo, c.b.p. 5 ml.
INDICACIONES TERAPÉUTICAS: FENITRON® tiene como principio activo fenitoína sódica, un agente antiepiléptico no barbitúrico, que es indicado para el control de las crisis tonicoclónicas (gran mal) y complejas parciales (lóbulo temporal psicomotor) y para el tratamiento de crisis ocurridas durante o siguiendo una neurocirugía.
FARMACOCINÉTICA Y FARMACODINAMIA:
Farmacodinamia: Fenitoína es utilizada en el tratamiento de epilepsia y su sitio primario de acción parece ser la corteza motora, en donde la actividad convulsiva es inhibida. Posiblemente por la promoción del flujo de sodio fuera de las neuronas, fenitoína tiende a estabilizar el umbral de la hiperexcitabilidad causada por la estimulación excesiva o cambios ambientales capaces de reducir el gradiente de sodio en la membrana. Dentro de sus efectos terapéuticos se incluye la reducción de la potenciación postetánica para la sinapsis.
Farmacocinética: La absorción de fenitoína después de la administración intramuscular es más lenta que la absorción gastrointestinal.
Este fármaco se distribuye ampliamente en el organismo y se une en gran proporción a proteínas plasmáticas (aproximadamente 90%), aunque la unión puede disminuir en algunos estados patológicos y en algunas poblaciones de pacientes.
Su biotransformación en el hígado es amplia y da como resultado la formación de metabolitos inactivos, principalmente 5-(4-hidroxifenil)-5-fenilhidantoína, su tasa metabólica parece ser susceptible a un polimorfismo genético y puede estar influida por características radicales; se ha descrito que aumenta durante el embarazo y la menstruación y disminuye con la edad.
La hidroxilación de fenitoína es saturable y, en consecuencia, es inhibida fácilmente por fármacos que compiten por su vía metabólica; razón por la cual pequeños incrementos de la dosis producen grandes aumentos de la concentración plasmática.
El control óptimo sin signos clínicos de toxicidad puede ser y ocurre con niveles séricos de 10 y 20 µg/ml.
El descenso de los niveles plasmáticos puede ocurrir cuando a los pacientes se les cambia el tratamiento oral por administración I.M. El cambio es causado por la baja absorción del fármaco, comparada con la de la administración oral, debido a la poca solubilidad de fenitoína en agua. La administración I.V. es la vía preferida para producir niveles séricos terapéuticos.
La administración I.M. puede ser requerida, por ejemplo, en pacientes comatosos o con trastornos gastrointestinales. Durante estos periodos, una dosis administrada intramuscularmente puede ser suficiente para mantener el nivel plasmático en el rango terapéutico. Después de la administración I.M., la dosis oral debe ser reanudada previo ajuste tomando en cuenta la baja absorción de fenitoína administrada vía I.M. a fin de evitar síndromes de toxicidad.
Un estudio a corto plazo (una semana) indica que los pacientes no experimentaron la baja esperada de los niveles plasmáticos, cuando se les cambio la vía de administración oral por I.M., si la dosis de fenitoína I.M. es incrementada 50% por encima de la dosis oral previamente establecida. Para evitar la acumulación del fármaco debido a la absorción de los depósitos musculares, se recomienda que una semana antes a la primer administración I.M. la dosis oral de fenitoína debe ser reducida a la mitad de la dosis oral original (un tercio de la dosis I.M.). Se carece de experiencia sobre el tratamiento por periodos mayores de una semana, por lo que el monitoreo de los niveles sanguíneos es recomendado.
Fenítoína tiene una vida media dependiente de la dosis. Después de la administración intravenosa la vida media plasmática en el hombre parece estar en el rango de las 10-15 horas en estado de equilibrio; puesto que la fenitoína inhibe su propio metabolismo, en ocasiones se requiere de varias semanas antes de alcanzar las concentraciones plasmáticas equilibradas.
Se ha sugerido que, debido las diferencias en la unión a proteínas, es más fiable la determinación de las concentraciones de fenitoína libre en plasma, también se ha llevado a cabo la determinación de las concentraciones en saliva, que contiene únicamente fenitoína libre.
Fenitoína experimenta una amplia recirculación enterohepática y se excreta por la orina, principalmente en su forma de metabolito hidroxilado, en forma libre o conjugada.
CONTRAINDICACIONES: FENITRON® está contraindicado en pacientes con hipersensibilidad a fenitoína.
Debido a su efecto sobre la automaticidad ventricular, fenitoína está contraindicada en bradicardia sinusal, bloqueo sinoaricular, bloqueo auriculoventricular (AV) de segundo o tercer grado y pacientes con síndrome Adam-Stokes.
FENITRON® también está contraindicado en pacientes con cirrosis hepática, anemia aplástica y lupus eritematoso linfático.
PRECAUCIONES GENERALES: La determinación de los niveles séricos de fenitoína es necesaria para el ajuste de la dosis óptima.
FENITRON® debe ser usado con precaución en pacientes con insuficiencia hepática, pues su metabolismo puede ser disminuido.
En caso de que algún paciente diabético necesite la administración de este fármaco hay que tomar en cuenta que este provoca hiperglucemia y glucosuria, por ello es preciso vigilar estrechamente los niveles plasmáticos de glucosa.
FENITRON® inyectable debe administrarse lentamente y si es preciso se debe evitar la extravasación y la administración intraarterial.
Durante la administración intravenosa se recomienda el monitoreo de la presión arterialy del electrocardiograma (ECG).
En caso de la aparición de síntomas como: fiebre, faringitis, exantema, úlceras bucales, contusiones o hemorragia es preciso suspender el tratamiento. Si es necesario, se debe administrar un antiepiléptico alternativo cuando
se presenta leucopenia es aguda, progresiva o si se desarrollan síntomas clínicos.
Usualmente se puede experimentar hipotensión cuando FENITRON® es administrado rápidamente por vía I.V.
Reacciones cardiotóxicas severas y fatales han sido reportadas en pacientes con depresión atrial y ventricular y fibrilación ventricular. Las complicaciones severas son más comúnmente expresadas en pacientes ancianos o gravemente enfermos.
RESTRICCIONES DE USO DURANTE EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA: Un número de reportes sugiere una asociación entre el uso de fármacos antiepilépticos por mujeres epilépticas y una alta incidencia de defectos en el nacimiento de niños nacidos de estas mujeres. Aunque los datos son más amplios con respecto a fenitoína y fenobarbital, estos son también los fármacos antiepilépticos más comúnmente prescritos; reportes menos sistémicos o anecdóticos sugieren una posible asociación con el uso de todos lo fármacos antiepilépticos conocidos.
Los reportes sugieren que la alta incidencia de defectos en el nacimiento en niños de mujeres epilépticas tratadas con fármacos no puede considerarse adecuada para proveer una causa definida y relacionada con el efecto. Estos son problemas metodológicos intrínsecos obtenidos de datos adecuados sobre la teratogenicidad del fármaco en humanos; los factores genéticos o la propia condición epiléptica pueden ser más importantes que la terapia con el fármaco, ya que posiblemente conlleven a defectos en nacimiento. De la mayoría de las madres con medicación antiepiléptica nacen infantes normales. Una nota importante es que los fármacos antiepilépticos no deben ser discontinuados en pacientes en quienes se administra el fármaco para prevenir crisis mayores, debido a la fuerte posibilidad de precipitar el estado epiléptico que puede verse acompañada de hipoxia y amenazada la vida. En casos individuales, en donde la severidad y la frecuencia de los desórdenes de la crisis son tales que la discontinuación de la medicación no ponen en amenaza seria al paciente, la discontinuación del fármaco puede ser considerada antes y durante el embarazo, aunque no puede confirmarse que incluso crisis menores no ponen en riesgo el desarrollo del embrión o feto.
Un incremento de la frecuencia de las crisis durante el embarazo ocurrió en una porción alta de pacientes, debido a la alteración de la absorción o metabolismo de fenitoína. La medición periódica de los niveles séricos es particularmente valiosa en el control de pacientes embarazadas epilépticas y es como una guía para un ajuste apropiado de la dosis. Sin embargo, la restauración posparto de la dosificación original puede ser probablemente indicada.
Defectos de coagulación neonatal han sido reportados dentro de las primeras 24 horas en niños nacidos de madre epilépticas que recibieron fenobarbital y/o fenitoína. Se ha observado que la vitamina K previene o corrige este defecto y se ha recomendado su administración a madres y neonatos después del parto.
La administración I.V. no debe exceder de 50 mg por minuto. En neonatos, el fármaco debe ser administrado a una velocidad que no exceda 1-3 mg/kg/min.
Reacciones cardiotóxicas severas y fatales han sido reportadas en pacientes con depresión atrial y ventricular y fibrilación ventricular. Las complicaciones severas son más comúnmente expresadas en pacientes ancianos o gravemente enfermos.
Este antiepiléptico cruza la barrera placentaria y se distribuye en pequeñas cantidades en la leche materna.
REACCIONES SECUNDARIAS Y ADVERSAS: A nivel del SNC pueden presentarse nistagmus, diplopía, vértigo, ataxia, disartria, confusión, mareo, insomnio, nerviosismo, calambres y cefaleas. Todos los efectos desaparecen al disminuir la dosis del fármaco.
En aparato digestivo pueden presentarse náuseas, dolor epigástrico, anorexia, vómito y estreñimiento.
En piel y mucosas pueden llegar a presentarse erupciones escarlatiniformes o morbiliforme, que pueden obligar incluso a interrumpir la medicación. También pueden llegar a presentarse algunas otras formas más raras de dermatitis en encías.
En el sistema hematopoyético pueden presentarse en raras ocasiones complicaciones hematológicas como trombocitopenias, leucopenia, granulocitopenia, agranulocitosis, pancitopenia y anemia plásica.
En endocrinología puede presentarse hirsutismo.
INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS Y DE OTRO GÉNERO: Algunos de los fármacos que pueden incrementar los niveles séricos de fenitoína son: la ingesta aguda de alcohol, amiodarona, cloramfenicol, clordiazepóxido, diazepam, dicumarol, disulfiram, estrógenos, antagonistas H2, halotano, isoniazida, metilfenidato, fenotiazina, fenilbutazona, salicilatos, succimidas, sulfonamidas, tolbutamida y trazodona.
Fármacos que pueden disminuir los niveles séricos de fenitoína incluyen: Carbamazepina, abuso crónico de alcohol, reserpina, sucralfato. El clorhidrato de molindona contiene algunos iones de calcio que interfieren con la absorción de fenitoína.
La ingesta concomitante de fenitoína y antiácidos que contienen calcio debe ser abandonada en pacientes con niveles séricos bajos de fenitoína para prevenir problemas de absorción.
Los fármacos que pueden disminuir o incrementar los niveles séricos de fenitoína incluyen a: fenobarbital, valproato de sodio, ácido valproico. El efecto de fenitoína sobre los niveles plasmáticos de fenobarbital, ácido valpróico y valproato de sodio no es predecible.
La eficacia de corticosteroides, anticoagulantes coumarina, digitoxina, doxiciclinas, estrógenos furosemida, anticonceptivos orales, quinidina, rifampina, teofilina y vitamina D, puede ser alterada con el uso de fenitoína.
Los antidepresivos tricíclicos pueden precipitar la crisis en pacientes susceptibles y puede ser necesario el reajuste de la dosis.
ALTERACIONES EN LOS RESULTADOS DE PRUEBAS DE LABORATORIO: Fenitoína interfiere en algunas pruebas de función tiroidea y reduce las concentraciones de tetraiodotironina libre y circulante al aumentar la conversión en triiodotironina; asimismo, puede producir valores inferiores a los normales en las pruebas de supresión con dexametasona y metirapona.
PRECAUCIONES EN RELACIÓN CON EFECTOS DE CARCINOGÉNESIS, MUTAGÉNESIS, TERATOGÉNESIS Y SOBRE LA FERTILIDAD: En adición a los reportes de la incidencia incrementada de malformaciones congénitas, como paladar hendido y malformaciones del corazón, en niños de mujeres que recibieron fenitoína y otros fármacos antiepilépticos, se ha notificado recientemente el síndrome de hidantoína fetal. Este consiste en crecimiento prenatal deficiente, microencefalia y deficiencia mental en niños cuyas mujeres recibieron fenitoína, barbitúricos, alcohol o trimetadiona.
Sin embargo, todas estas características están interrelacionadas y frecuentemente asociadas con el retraso del crecimiento intrauterino.
Se han reportado casos malignos aislados, que incluyen neuroblastomas, en niños cuya madre recibió fenitoína durante el embarazo.
DOSIS Y VÍA DE ADMINISTRACIÓN: Intravenosa e intramuscular.
Tratamiento del estado epiléptico tonicoclónico: En epilepsia es preciso ajustar la dosis de este fármaco a las necesidades de cada paciente para obtener un control adecuado de las crisis, preferentemente con una monitorización de las concentraciones plasmáticas, en numerosos pacientes el control requiere de concentraciones plasmáticas totales de fenitoína de 10.20 µg/ml (40-80 µmol/ml) pero algunos pacientes se controlan con concentraciones fuera de este intervalo.
En el tratamiento de este estado suele administrarse inicialmente una benzodiazepina, como diazepam, o un barbitúrico de acción corta por vía intravenosa o rectal para el rápido control de las crisis debido a que se requiere de una velocidad lenta para la administración de fenitoína. Posteriormente, se debe seguir con la administración de fenitoína sódica vía intravenosa y, posterior a esto, con la administración de solución salina estéril en el mismo sitio para evitar la irritación local de la vena debida a la alcalinidad de la solución. Una dosis sugerida de fenitoína sódica ha sido de 10-15 mg/kg administrada lentamente vía intravenosa a una velocidad uniforme no superior a 50 mg/min. Posteriormente se administran dosis de mantenimiento de 100 mg por vía oral o intravenosa cada 6-8 horas; el porcentaje y la dosis se reducirán de acuerdo con el peso corporal. En recién nacidos, la dosis intravenosa es de 15-20 mg/kg a una velocidad no superior de 1-3 mg/kg/min. La dosis recomendada para niños es de 15 mg/kg a una velocidad de 1 mg/kg/min, sin superar 50 mg/min. La administración intravenosa excesivamente rápida ha provocado fallecimientos, y cuando se administra por esta vía, se recomienda una monitorización continua del ECG y de la presión arterial.
La fenitoína sódica se absorbe lenta e irregularmente a partir de la zona intramuscular y, por consiguiente, la administración por esta vía no es adecuada para el tratamiento urgente del estado epiléptico. Sin embargo, en ocasiones se utiliza para mantener o establecer las concentraciones plasmáticas terapéuticas en pacientes que han permanecido inconscientes o que por otros motivos no puedan tomar el fármaco vía oral. Dada la lenta absorción de este fármaco a partir de las zonas intramusculares, los pacientes estabilizados por vía oral requieren un aumento de la dosis intramuscular de aproximadamente 50%; se recomienda, que la administración de este fármaco vía intramuscular no sea prolongada a más de una semana. Cuando se reanuda el tratamiento oral, el paciente debe recibir 50% de la dosis oral original durante el mismo periodo en que se realizó la administración intramuscular, para permitir la absorción continuada de fenitoína residual en las zonas intramusculares.
Neurocirugía: La dosis profiláctica de 100-200 mg (2-4 ml) debe ser administrada intramuscularmente a intervalos aproximadamente de 4 horas durante la cirugía y continuada durante el periodo postoperatorio. La administración I.M., es requerida en pacientes previamente estabilizados oralmente para mantener los niveles plasmáticos terapéuticos. Una dosis I.M. 50% mayor que la dosis oral es necesaria para mantener estos niveles. Cuando se retorna a la administración oral, la dosis debe ser reducida en 50% con respecto a la dosis original por una semana para prevenir niveles plasmáticos excesivos debido a la liberación sostenida del fármaco de los tejidos.
Si el paciente requiere de más de una semana de fenitoína intramuscular, se deben explorar rutas alternativas, como intubación gástrica. Para periodos menores de una semana, los pacientes que retornan de una administración I.M. deben recibir la mitad de la dosis oral original por el mismo periodo de tiempo que recibió la administración I.M. El monitoreo de los niveles plasmáticos podría auxiliar para prevenir la disminución del rango subterapéutico. La determinación de niveles plasmáticos sanguíneos es especialmente muy útil cuando se sospecha de una posible interacción del fármaco.
MANIFESTACIONES Y MANEJO DE LA SOBREDOSIFICACIÓN O INGESTA ACCIDENTAL: Reacciones cardiotóxicas severas y fatales han sido reportadas en pacientes con depresión atrial y ventricular, y fibrilación ventricular. Las complicaciones severas son más comúnmente expresadas en pacientes ancianos o gravemente enfermos.
La dosis letal en niños no es conocida. La dosis letal en adultos es estimada entre 2 a 5 gramos. Dosis elevadas de este fármaco pueden producir ataxia, temblor, nistagmus, vértigo, diplopía, disartria, hiperreflexia, letargia, náuseas, vómito; cambios de conducta como depresión, alucinaciones, delirio, puerilidad, confusión y el aumento de crisis convulsivas. La muerte es debida a depresión respiratoria y circulatoria.
Niveles altos de fenitoína durante un tiempo prolongado puede provocar degeneración cerebelosa demostrada en los signos neurológicos y en la tomografía.
Dosis elevadas administradas vía intravenosa pueden producir colapso vascular.
Tratamiento de apoyo: Este tratamiento no es específico y hasta la fecha no se conoce un antídoto.
Los sistemas respiratorios y circulatorios deben ser adecuada y cuidadosamente observados y se deben emplear las medidas de soporte apropiadas. La hemodiálisis puede ser considerada, ya que fenitoína no es completamente enlazada proteínas plasmáticas. El cambio total por trasfusión ha sido empleado en el tratamiento de intoxicación severa en niños.
En una sobredosis aguda la posibilidad de otros depresivos del SNC, incluyendo el alcohol, se debe tener en cuenta.
PRESENTACIONES:
Venta al público:
Caja con 1 ampolleta de 5 ml.
Caja con 5 ampolletas de 5 ml cada una.
Exportación:
Caja con 1 ampolleta de 5 ml.
Caja con 5 ampolletas de 5 ml cada una.
Genérico Intercambiable (GI):
Caja con 1 ampolleta de 5 ml.
Caja con 5 ampolletas de 5 ml cada una.
RECOMENDACIONES SOBRE ALMACENAMIENTO: Consérvese a temperatura ambiente a no más de 30°C y en lugar seco. Protéjase de la luz.
LEYENDAS DE PROTECCIÓN:
Literatura exclusiva para médicos. Su venta requiere
de receta médica. No se deje al alcance de los niños. No se use en el embarazo ni la lactancia. No se
administre si la solución no es transparente, si
contiene partículas en suspensión o sedimentos. Si no se administra todo el producto deséchese el sobrante.
Hecho en México por:
PSICOFARMA, S.A. de C.V.
Reg. Núm. 310M93, SSA IV
DEAR-07350122840001/RM2007