Las vitaminas son sustancias orgánicas esenciales para el adecuado crecimiento, mantenimiento y función del cuerpo. La vitamina A es esencial en la integridad del tejido epitelial y la estabilidad liposomal, así como en el funcionamiento adecuado de la retina. Se absorbe libremente por vía oral, alcanzando concentraciones pico entre 3 y 5 horas.
La vitamina A se convierte en retinal, éste a su vez se reduce en retinol y se conjuga con ácido glucurónico, excretándose en heces. Las vitaminas del complejo B trabajan como constituyentes de moléculas más complejas; participan en sistemas catalíticos como coenzimas en el metabolismo de carbohidratos, aminoácidos y proteínas; intervienen en la síntesis de DNA; son esenciales en la maduración de los eritrocitos y en la formación de las células nerviosas, y se absorben a diferentes niveles del tracto intestinal. El ácido ascórbico (vitamina C) actúa como coenzima esencial en el tejido óseo y juega un papel importante en la cicatrización y en la formación de la colágena y de los vasos sanguíneos; facilita también la absorción del hierro. La vitamina D participa en el metabolismo óseo, regulando la absorción de calcio y fosfato.
La vitamina E es un antioxidante intracelular y es esencial para la estabilidad de las membranas biológicas, preservando los constituyentes celulares esenciales. La nicotinamida actúa en el metabolismo proteico.
Los minerales incluidos en la formulación auxilian en el balance de los líquidos corporales y son constituyentes de muchos complejos mineraloproteicos. El potasio es el principal catión intracelular que requiere estar en equilibrio con los iones de cloro y bicarbonato, y en el caso de los eritrocitos, con la hemoglobina. Toma parte también en algunos procesos metabólicos. El calcio y el fósforo son necesarios para una adecuada mineralización ósea y dental. El calcio participa además en la coagulación y en procesos enzimáticos en los cuales también contribuye el magnesio. El zinc precipita proteínas y forma parte de algunas enzimas. El cobre tiene relación con la hemoglobina al participar en la absorción y movilización tisular del hierro. El magnesio participa en la conducción nerviosa, en la contracción muscular y en la activación enzimática.
El Ginkgo biloba procede del ancestral árbol chino, cuya planta es una de las más ampliamente estudiadas y prescrita como remedio herbolario en Europa. La parte medicinal la constituyen las hojas frescas o secas y las semillas sin cáscara. El extracto seco de las hojas desecadas de Ginkgo biloba se elabora utilizando acetona/agua y diversos procesos de purificación sin adición de ingredientes aislados.
El extracto de Ginkgo biloba es uno de los extractos vegetales más populares utilizados en Europa para aliviar síntomas asociados con una variedad de alteraciones cognoscitivas. Los efectos del extracto de Ginkgo biloba están al parecer relacionados a sus propiedades antioxidantes. En Estados Unidos se demostró que fue seguro y aparentemente capaz de estabilizar y mejorar el desempeño y el comportamiento social de los pacientes con demencia, durante un periodo entre 6 meses y un año.
El Ginkgo biloba tiene diversos compuestos farmacológicos: flavonoides (0.5-1.8%); biflavonoides (0.4-1.9%); proantocianidias (8-12%); diterpenos trilactónicos (0.06-0.23%): ginkgólidos A, B, C.; bilabólidos sesquiterpenos trilactónicos (0.04-0.2%).
El ginkgólido B es un potente inhibidor del factor activador de las plaquetas (FAP) el FAP induce inflamación y cambios en la permeabilidad vascular bloquea la unión del FAP con su receptor, dando como resultado un efecto antagónico. Este efecto inhibe la broncoconstricción inducida por el FAP y la hiperreactividad de la vía aérea, así como la proliferación de linfocitos y la producción de citocinas.
El Ginkgo biloba protege de la isquemia y ejerce efectos antioxidantes por medio de los flavonoides. Esto ocurre debido a la captación de radicales libres y a la prevención de una peroxidación lipídica (involucrada en la producción de daño tisular y vascular, y en la pérdida de neuronas, que pueden conducir a la demencia). Reduce también la infiltración de neutrófilos y eleva el flujo sanguíneo, con lo cual previene la progresión de la demencia por isquemia.
El efecto antioxidante y la actividad estabilizadora de membrana, incrementan la tolerancia del cerebro a la hipoxia.
Otros efectos del Ginkgo son sus propiedades espasmolíticas, por medio de una acción directa sobre los adrenorreceptores alfa y las propiedades relajadoras del músculo liso por su acción sobre la transducción de la señal, el AMP cíclico intracelular, el antagonismo del sistema nervioso adrenérgico y la hiperpolarización.
La farmacocinética del Ginkgo biloba se ha investigado tanto en experimentos preclínicos en animales, como en estudios clínicos. En las ratas, se observó una absorción de 60% para un extracto radiomarcado. En humanos, se observó una biodisponibilidad absoluta de 98-100% para el ginkgólido A; de 79 a 93% para el ginkgólido B, y por lo menos 70% para los bilabólidos.
El Ginseng es una planta perenne originaria de China que actualmente se cultiva en China, Corea, Japón y Rusia. Los componentes de la raíz del Panax schinseng o Ginseng coreano llamados ginsenósidos, son principalmente glucósidos triterpénicos. Existen veinticinco ginsenósidos que han podido ser separados y detectados basados en las secuencias de unidades de azúcares y porciones agliconadas. Dos ginsenósidos particulares conocidos como Rb1 y Rg1 se encuentran abundantemente en la planta de Ginseng el Ginseng coreano tiene más ginsenósidos del grupo Rg1. Los ginsenósidos se absorben bien por vía oral, tienen una vida media de escasa media hora y un volumen de distribución de 360 ml/kg. También se han encontrado como parte de sus constituyentes a la amilasa, fenolasa, lípidos y ácidos orgánicos, incluyendo ácido ascórbico, vitaminas del complejo B, ácido fólico, fructuosa, galactosa, maltosa, proteínas, nitrógeno, flavonoides, colina, magnesio, zinc y cobre, entre otros.
Los ginsenósidos inciden en una miríada de tejidos, produciendo una gran variedad de respuestas farmacéuticas, muy diferentes entre sí.
Se han observado efectos antineoplásicos, antioxidantes, antiplaquetarios, antivirales, hipoglucémicos, hipolipémicos y cardiacos; como los efectos cronotrópicos negativos e ionotrópicos, tanto positivos como negativos. También se han reportado efectos en la función cognoscitiva y una disminución en los niveles de alcohol.
Un componente no-ginsenósido de la planta ha demostrado afinidad con el receptor nicotínico. La estimulación del receptor nicotínico del sistema nervioso central es benéfica para la neuroprotección contra la edad asociada con las alteraciones cognoscitivas. Los ginsenósidos -Rg2 y -Rg3 bloquean los receptores nicotínicos de la acetilcolina y del ácido gamma-aminobutírico. Esto da como resultado un efecto inhibitorio de la secreción de catecolaminas evocada por la acetilcolina. Estos distintos efectos del Panax schinseng contribuyen a la variedad de sus efectos farmacológicos.